La Historia de Carmelo Patti y Bodega Carmelo Patti: Una Pasión que Perdura
Carmelo Patti: Un Comienzo Inspirador
Carmelo nació en Enna, Sicilia, Italia. Cuando tenía un año emigró junto a sus padres Giuseppe Patti y Sebastiana Bontempo, hacia Argentina, apostando, como otros tantos inmigrantes a nuevos comienzos luego de la Segunda Guerra Mundial.
Creciendo entre Viñedos y Sueños Vinícolas
Desde temprana edad, Carmelo se sumergió en las labores agro-culturales y de vinificación gracias a su padre, un agricultor que elaboraba su propio vino de mesa en casa. Con este trasfondo arraigado en la tierra y la tradición vinícola, Carmelo comenzó a trabajar en diversas bodegas después de finalizar sus estudios a los 19 años.
La Visión Innovadora de Carmelo: Vinos de Guarda Prolongada
En 1986, a los 36 años, Carmelo emprendió un proyecto pionero: la elaboración de vinos de guarda prolongada. Reconociendo la falta de cultura de guarda de vinos en Argentina y a nivel mundial, Carmelo estaba decidido a cambiar esta perspectiva
La Marca Propia y la Inolvidable Incursión en Perdriel.
En 1989, Carmelo materializó su visión con el lanzamiento de su primer Cabernet Sauvignon bajo su propia marca, produciendo 8 mil botellas. Este hito marcó el inicio de una conexión perdurable con la región de Perdriel, en el corazón de Luján de Cuyo, Mendoza, donde Carmelo adquirió sus primeras uvas.
En 1990, Carmelo elaboró su primer Malbec.
En el año 2002, crea su propio blend, bautizado como “Gran Assemblage”.
Posteriormente, en 2013, elabora por primera vez Cabernet Franc.
Perdriel: La Esencia de Nuestra Historia
Desde ese momento fundacional hasta hoy, Bodega Carmelo Patti ha producido sus vinos con uvas de Perdriel (Luján de Cuyo), una región reconocida por la calidad de sus uvas la cual se refleja en la riqueza y complejidad de nuestros vinos, creando una experiencia única para aquellos que aprecian la excelencia.
Legado y Continuidad: 34 Años de Calidad
En 1998, adquirió su propia bodega, optimizada para la elaboración de sus vinos. Hoy, celebramos 34 años de elaboración y crianza de vinos, donde la calidad es prioritaria. Carmelo mantiene su filosofía de respetar la guarda justa del vino para ofrecerlo en su punto óptimo de consumo.